Los grandes grupos cotizados dedican 350 millones de euros al año sólo a la vigilancia de sus instalaciones. Son clientes 'premium', receptivos a las nuevas tecnologías y con el foco en la calidad.
¿Quién vigila al Ibex? Prosegur y Securitas son, con diferencia, las dos empresas de seguridad encargadas de proteger las sedes y las principales dependencias de las grandes corporaciones españolas. Lo hacen tras suscribir contratos no siempre excesivamente cuantiosos, pero sí de alto valor simbólico, ya que las posicionan como proveedores de referencia entre unos clientes de gama alta que ponen el foco en la calidad y ofrecen márgenes elevados.
Las empresas del Ibex se gastan cada año unos 350 millones de euros solo en vigilancia, sin incluir alarmas y otros servicios de seguridad. Una tercera parte del importe procede de Aena, cuyo contrato de vigilancia de aeropuertos es el mayor del país, de 345 millones en tres años. Al margen de las cotizadas, hay otras grandes corporaciones con importantes licitaciones de seguridad, entre ellas El Corte Inglés o los fabricantes de automóviles.
Si Prosegur presta servicios a 19 de las 35 empresas del selectivo, Securitas trabaja para 14, según el listado de principales contratistas al que ha tenido acceso EXPANSIÓN. Por detrás, y a bastante distancia, se encuentran Eulen, Ilunion y Trablisa.
Es entre los grandes clientes donde Prosegur y Securitas pueden reivindicarse como compañías tecnológicas, frente a otras empresas del sector, que basan su operativa y sus costes en la gestión del personal. La diferenciación es uno de los grandes retos para un sector con 1.564 empresas que mueven a más de 82.000 vigilantes -el 16% vigila medios de transporte y el 15%, comercios- e ingresa 4.000 millones de euros al año, de los que el 85% corresponde a clientes privados, según la patronal Aproser.
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