Un paciente protagoniza un revuelo de madrugada y daña, presuntamente, a dos agentes en Linares
Revuelo de madrugada en el Hospital San Agustín de Linares. Un hombre que ingresó en torno a las 05:30 horas escoltado por hasta cinco agentes de la Policía Nacional la emprendió a golpes hasta que fue reducido. El varón hirió, presuntamente, a dos agentes, uno de la Nacional y otro del servicio de seguridad privada, según fuentes consultadas por este periódico.
El hombre, de complexión musculosa, llegó al hospital pasadas las cinco de la madrugada. Estaba muy nervioso, de manera que dos agentes de la seguridad privada se coordinaron con los de la Policía Nacional. Cuando ingresó en la unidad de observación no tenía los grilletes. Parecía calmado. Pero justo después se levantó, desconectó cuanto tenía enchufado y empezó, supuestamente, a repartir golpes a los agentes. El hombre estaba fuera de sí, y ya incluso antes de la escena del hospital había exigido a las Fuerzas de Seguridad. El resultado, después de ser reducido, es que un agente de seguridad privada tiene dañado el pulgar de una mano, y otro, de la Nacional, quedó con una pierna lastimada.
UNA DISCURSIÓN SENTIMENTAL
De acuerdo con las mismas fuentes, el motivo que llevó al hombre que agitó la tranquilidad del hospital fue una discusión con su pareja. El varón reside en Linares.
Fue necesaria la intervención de siete agentes para poder calmar la ira del paciente. Ahora se enfrenta a un delito por atentado contra la autoridad.
Revuelo de madrugada en el Hospital San Agustín de Linares. Un hombre que ingresó en torno a las 05:30 horas escoltado por hasta cinco agentes de la Policía Nacional la emprendió a golpes hasta que fue reducido. El varón hirió, presuntamente, a dos agentes, uno de la Nacional y otro del servicio de seguridad privada, según fuentes consultadas por este periódico.
El hombre, de complexión musculosa, llegó al hospital pasadas las cinco de la madrugada. Estaba muy nervioso, de manera que dos agentes de la seguridad privada se coordinaron con los de la Policía Nacional. Cuando ingresó en la unidad de observación no tenía los grilletes. Parecía calmado. Pero justo después se levantó, desconectó cuanto tenía enchufado y empezó, supuestamente, a repartir golpes a los agentes. El hombre estaba fuera de sí, y ya incluso antes de la escena del hospital había exigido a las Fuerzas de Seguridad. El resultado, después de ser reducido, es que un agente de seguridad privada tiene dañado el pulgar de una mano, y otro, de la Nacional, quedó con una pierna lastimada.
UNA DISCURSIÓN SENTIMENTAL
De acuerdo con las mismas fuentes, el motivo que llevó al hombre que agitó la tranquilidad del hospital fue una discusión con su pareja. El varón reside en Linares.
Fue necesaria la intervención de siete agentes para poder calmar la ira del paciente. Ahora se enfrenta a un delito por atentado contra la autoridad.
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