Casi tres millones consideran escasa o excesiva su jornada laboral y otro millón largo busca un nuevo empleo por estar disconforme con su horario
Más de cuatro millones de trabajadores están descontentos con sus empleos en España, según revelan los datos de la Encuesta de Población Activa del INE (Instituto Nacional de Estadística), que recogen cómo casi un millón y medio de personas aceptan jornadas parciales por no haber encontrado ocupación completa, cómo más de un millón busca otro puesto, cómo más de dos millones buscan ampliar su horario y cómo cerca de 800.000 pretenden recortarlo.
A estas cifras, que no se pueden sumar por coincidir en varios de los grupos los mismos afectados, se les suman los 1,7 millones de trabajadores que se encuentran subempleados, es decir, que desempeñan trabajos con exigencias inferiores a las de su formación o experiencia. En cualquier caso, esos más de cuatro millones de trabajadores suponen más de la quinta parte de los 19,5 millones de ocupados del país, entre los que crece la precariedad, principalmente como consecuencia del cada vez más frecuente troceo del empleo.
El principal bloque de trabajadores descontentos se concentra entre los que quieren modificar su horario laboral: 2,12 millones quieren trabajar más horas y 776.600 preferirían recortar su jornada y su salario de manera proporcional. Este grupo se ha mantenido más bien estable en los últimos cuatro años, desde que en 2014 comenzó la recuperación de las variables macroeconómicas, aunque con dos tendencias diferenciadas, ya que desciende el número de los que quieren trabajar más horas mientras aumenta de manera notable el volumen de quienes pretenden reducir la jornada. Paralelamente, el grupo de los que están conformes con su tiempo de trabajo se ha disparado en algo más de dos millones de personas, al pasar de 14,45 a 16,62 en ese mismo periodo.
Jornadas incompletas a regañadientes A este grupo de cerca de tres millones de trabajadores se les une otro de algo más de un millón (1.086.000 ocupados) que, disconforme con la duración de su jornada, opta por buscar otro empleo en lugar de intentar modificar el horario del que ahora tiene. Son 178.000 menos que en 2014 (un 16%), si bien el volumen de trabajadores de este grupo se mantiene también relativamente estable a lo largo de los años. Desde principios de 2005, la cifra ha oscilado entre los 1,33 y los 1,02 millones. Dos tercios de ellos (732.100) buscan empleos de jornada completa, mientras que otros 228.000 aceptarían una ocupación con independencia de la duración de la jornada.
Buena parte de los trabajadores descontentos con su situación laboral se encuentran entre los que desempeñan puestos de jornada parcial. Concretamente, algo más de la mitad de ellos (1,47 millones de 2,71 millones) aceptan ocupaciones con horario incompleto por no haber podido encontrar otro tipo de empleo. Ese porcentaje ha retrocedido algo más de ocho puntos en los últimos cuatro años, aunque continúa situándose por encima de la mitad de quienes ocupan puestos de jornada incompleta, una modalidad que, pese a los picos descendentes del final del tercer trimestre, en el que finalizan las contrataciones del verano y parte de las ocupaciones interinas relacionadas con el curso escolar, lleva más de una década en aumento.
El subempleo de los más preparados El cuarto gran grupo de los trabajadores descontentos con su ocupación lo forman los subempleados, que son quienes ocupan puestos con unas exigencias de formación o de experiencia inferiores a las que poseen. Aunque también tiene una tendencia descendente, en parte por la leve mejora del mercado laboral y en parte por la decisión de 400.000 jóvenes de emigrar y de otros 300.000 de prorrogar sus estudios ante las precarias perspectivas que les ofrece el país, se encuentran en esta situación uno de cada once ocupados en España (1,76 millones de 19,5 millones). En este sentido, llama la atención cómo el principal grupo de subempleados lo forman quienes han cursado estudios superiores (573.400). Casi dos tercios de ellos (354.600 empleados) tienen entre 25 y 45 años, lo que supone uno de los factores que están provocando la aparición de un nuevo modelo de convivencia familiar en el que conviven bajo un mismo techo padres jubilados y jóvenes precarios.
Prácticamente uno de cada cinco activos de esa franja de edad con estudios superiores, 845.100 de 5,54 millones, están subempleados o en el paro (490.500). La mitad de los subempleados, el 93% de los cuales trabaja por cuenta ajena, tienen contratos eventuales; en casi la mitad de los casos (399.000), de menos de cinco meses de duración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario