Los vigilantes de seguridad de los hospitales se plantan ante las agresiones
A finales del pasado mes de noviembre, una paciente de urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo atacó a puñetazos a una vigilante de seguridad. La mujer había sido llamada por el personal sanitario ante el altercado protagonizado por la agresora, que aseguraba estar embarazada y demandaba asistencia inmediata. Este es un episodio más de los muchos que hay al año en los hospitales gallegos. Pero los vigilantes de seguridad han dicho basta. Por eso este jueves se reunieron en Santiago. Fue un encuentro con trabajadores que prestan servicio en distintos puntos de Galicia, con el objetivo de abrir una mesa de diálogo con la Xunta y las empresas del sector.
Según los datos que manejan, hay hospitales gallegos que registran hasta un millar de incidencias al año, esto es, altercados que requieren presencia del personal de seguridad. Y la gran mayoría de ellos son en los servicios de urgencias. «Hemos llegado a varias conclusiones, y la primera y principal, es que faltan medios materiales y humanos para atender este tipo de casos con unas mínimas garantías».
Según el personal de seguridad, a veces hay incidentes y altercados en los que no basta llevar una porra y unos simples grilletes. Los trabajadores advierten de la necesidad de contar con unos guantes anticortes, chalecos, escudos o espray pimienta para resolver situaciones que, en algunos casos, son muy peligrosas y está en juego la integridad física.
«A esto se suma que las intervenciones no las puede hacer una persona sola, que es como estamos en urgencias; este es un problema que viene de atrás, pero ahora está empezando a salir, con la difusión de casos; sin embargo, creemos que hay una relación directa con los recortes, incidentes con personas que se pasan horas en un pasillo sin que los atiendan»,
Los trabajadores insisten en que estamos ante un problema real, del que se conocen menos casos de los que se difunden en los medios, y que requiere una solución de las empresas y de la Xunta.
Un centro de salud de Zaragoza reduce en dos meses los incidentes con cámaras y un vigilante privado
"Los incidentes se han reducido significativamente desde que se instalaron las cámaras y hay un vigilante de seguridad en la puerta". Así lo aseguró ayer el coordinador del centro de salud Las Fuentes Norte de Zaragoza, Miguel Hernández, que se unió a la petición de sindicatos y personal sanitario de implantar también medidas de seguridad en los ambulatorios de la Comunidad aragonesa.
Tras la agresión el pasado viernes a un médico del centro de salud de Vía Univérsitas de Zaragoza, el coordinador de Las Fuentes Norte defiende con más ahínco esta reivindicación. Recuerda los buenos resultados de las acciones emprendidas desde enero en sus instalaciones, ubicadas en la calle de Doctor Iranzo. "No podemos decir que los problemas hayan desaparecido, pero sí se han reducido significativamente. Las cámaras y los vigilantes son elementos disuasorios y en admisión se ha notado muchísimo", afirma Hernández, que hace hincapié en que contratar seguridad no supone "criminalizar los centros de salud", como afirmó la consejera de Sanidad, Pilar Ventura, sino proteger al personal sanitario, no solo de las agresiones físicas sino de los ataques verbales.
Este tipo medidas se han adoptado en los últimos años en otros centros de salud de Zaragoza, como San Pablo, Rebolería, Torrero y Oliver. Pero conseguirlas no ha sido fácil, según reconoce el coordinador del ambulatorio de Las Fuentes Norte. Aunque contaban con un registro de incidentes, más de 200 el año pasado solo en ese centro, Hernández recuerda que durante meses enviaron cartas y reclamaciones al Salud e incluso recogieron firmas. Finalmente, a mediados de enero, se instalaron las cámaras de seguridad y desde el pasado 1 de febrero, hay un guardia de seguridad en la puerta. "Hemos contado con el apoyo del Interlocutor Policial que nos ayudó en esta cuestión", señala el coordinador del centro.
Botón de alerta
Está previsto que Las Fuentes Norte sea pionero, además, en poner en marcha un botón de alerta para los profesionales que hagan visitas domiciliarias. Ayer tuvieron una primera reunión para conocer la medida que permitirá a los facultativos estar geolocalizados y avisar al 061 ante cualquier problema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario